ÉL.

Un día parece todo perfecto, me dice que me quiere y yo sonrío tontamente a la pantalla y, al día siguiente ni me habla. Es frustante que siempre tenga que ser yo la que le diga "Hola :)"  y que tras la típica conversación se produzca un silencio molesto. Antes, eso no ocurría. Él se preocupaba por mí y me preguntaba que había hecho durante el día pero, ahora, ¿dónde quedó todo eso? Ahora tengo que ser yo la que saque la conversación y es muy incómodo. No puedo negar que me gusta pero, ya no es lo mismo. Ya no me conecto con la misma ilusión para hablar con él, ni siento lo mismo cuando me contesta. Necesito verle y saber que es lo que siento después de 2 semanas.  Necesito comprobar que la magia que había entre nosotros aún existe. Necesito tenerle a mi lado y decirle que le quiero. Echo de menos cuando me decía cosas bonitas y ponía una sonrisa después de cada frase. Echo de menos la timidez con la que nos hablábamos al principio y mi nerviosismo por ver sus contestaciones. Cuando nos cruzábamos por los pasillos del instituto, nos mirábamos y él soltaba un débil "hola". Le echo de menos.